Durante cada uno de los cortes nocturnos se depura el balasto a lo largo de unos 800 m lineales de media y a una profundidad de excavación de 350 mm, pudiendo reutilizarse un promedio del 60 % del balasto. Así pueden lograrse grandes ahorros en este costoso recurso y en su transporte.
El balasto depurado y el balasto nuevo se colocan por capas y cada capa se homogeneiza con un estabilizador dinámico de vía. De esta manera aumenta la resistencia lateral de la vía y, gracias a un asentamiento inicial controlado, se extienden los intervalos de conservación.
En el sistema de máquinas de la RM 900 HD-100 ya se agrupan algunos procesos de trabajo como la excavación, el depurado y la reintroducción del balasto así como el primer estabilizado.
Los pasos siguientes son el aporte de balasto nuevo, dos bateos con estabilización dinámica de la vía y el ajuste de la catenaria.
La autorización para circular a velocidades máximas de 300 km/h se otorga tras la distensión de la vía y el levante y la alineación finales. Para ello, los carriles se cortan a intervalos determinados para eliminar las tensiones que hayan podido aparecer durante el saneamiento. Después, los carriles vuelven a soldarse para formar nuevamente un carril continuo soldado.