Un viaje seguro y confortable en un tren solo es posible sobre vías que se encuentran en la posición geométrica correcta. Las primeras máquinas capaces de establecer un estado de la vía de esta calidad de forma rápida y fiable fueron diseñadas por Plasser & Theurer. Plasser & Theurer desarrolló la técnica que sigue siendo la más utilizada en la actualidad: el principio de bateo hidráulico asíncrono a igual presión como medio para fijar las vías en la posición correcta.
Actualmente, miles de máquinas bateadoras, niveladoras y alineadoras procedentes de Linz prestan sus servicios en todo el mundo. En la actualidad, este programa de máquinas ofrece una selección única para satisfacer las necesidades individuales de los operadores. Se distingue principalmente entre bateadoras en diseño de vehículo ferroviario reglamentario para línea o desvíos, equipadas con grupos de bateo de una, dos, tres o cuatro traviesas, así como bateadoras autocargables y biviales, además de bateadoras compactas. Dentro de estas categorías, las máquinas también se construyen en versiones especiales, por ejemplo con aislamiento acústico integral o para tareas especiales como el bateo de traviesas en Y, para la corrección de defectos aislados, radios de vía cortos, perfiles estrechos, terceros carriles o diferentes anchos de vía y gálibos.
Cuando un tren circula sobre una vía se generan fuerzas enormes. La totalidad del sistema, compuesto por carriles, traviesas y balasto, se deforma y, siendo un sistema elástico, vuelve a su posición inicial.
A la larga, esta elevada carga hace que la posición de la vía se deteriore. La consecuencia puede ser la aparición de defectos, es decir, que la vía ya no se encuentre en su posición ideal, por lo que hay que establecer limitaciones de velocidad en estos tramos.
Para no llegar hasta ese punto, la vía tiene que conservarse a determinados intervalos de tiempo mediante la nivelación, el levante, la alineación y el bateo. De esta forma, se vuelve a colocar la vía en su posición ideal.