¿Por qué desguarnecer el balasto?
El balasto distribuye las cargas transmitidas por los trenes homogéneamente sobre la plataforma y asegura la posición fija e inamovible de las traviesas. Para poder resistir a estos esfuerzos dinámicos, el lecho de balasto debe ser muy elástico. Su buen funcionamiento depende de la altura de la capa de balasto, su granulación y el grado de contaminación.
La contaminación se produce por las solicitaciones normales de las circulaciones. Esto conlleva roturas, desplazamientos y abrasión de las piedras. Otras causas son materiales que se filtran desde la plataforma y factores ambientales externos. La consecuencia es el aumento de la proporción de finos y la disminución de la elasticidad, la capacidad de drenaje y la durabilidad de la posición de la vía. El resultado son asentamientos irregulares del emparrillado, que pueden corregirse mediante bateo solo por poco tiempo. A partir de un momento es más rentable desguarnecer la totalidad del lecho de balasto.