En este país modelo con respecto a la protección del clima se introdujo un impuesto sobre el CO₂ ya en 1991, por lo que el interés en métodos de trabajo respetuosos con el medio ambiente es grande y la acogida de nuestras máquinas E³ de accionamiento eléctrico fue excelente. También la notable reducción de las emisiones acústicas, gracias a los grupos de bateo de accionamiento eléctrico, causó una grata admiración.
Su actuación en ocho tramos de vía seleccionados ad hoc demostró a las empresas participantes el potencial de un moderno sistema de sensores para el desarrollo y la mejora de las estrategias de mantenimiento. La máquina demostró en qué consiste un proceso end-to-end en la práctica, desde la medición preliminar, pasando por la conservación de vía semiautomática, hasta la medición posterior y la generación de un protocolo de recepción. En el punto de mira estaban la inspección del estado del balasto y el sistema de medición por puntos fijos.
Durante el proceso de bateo, los bates sensorizados que "sienten" el balasto registran el estado de éste casi "de paso" (su funcionamiento se explica aquí de forma más precisa). Los datos generados completan y actualizan los registros existentes y pueden verificarse practicando catas en el balasto.
El sistema de medición de geometría de vía permite medir la vía a una velocidad muy superior que hasta ahora - y esto, con la propia bateadora. Para ello, el sistema de medición por puntos fijos, en combinación con la unidad de medición inercial (IMU), determina tanto la geometría de vía relativa como la absoluta. Esta mayor precisión se hace notar especialmente en líneas de alta velocidad. Los resultados los pudimos presentar y analizar conjuntamente directamente después.
